El próximo 18 de mayo se cumplen cien años del homenaje que poetas, escritores y periodistas de Madrid y Segovia rindieron a Antonio Machado en el Pinarillo de Segovia. El joven poeta y novelista Mauricio Bacarisse, devoto de Machado, fue el promotor de la iniciativa, a la que se sumaron Pedro Salinas, Luis Fernández Ardavín, Juan Chabás y otros amigos segovianos del poeta, entre ellos el escultor Emiliano Barral o varios profesores de la Universidad Popular Segoviana, como Mariano Quintanilla, José Rodao y Agustín Moreno.
El homenaje tuvo lugar en el bar-merendero del Pinarillo, el llamado Chalet del Pinarillo, con un almuerzo al aire libre, entre los pinos, en el que reinó la camaradería y el compañerismo. Tras los postres, Machado tomó la palabra y leyó los versos del poema En tren. Flor de verbasco, que al año siguiente incluiría en Nuevas Canciones (1924). Fue su manera de agradecer el gesto.
El acto poético que evocará el homenaje de 1923 tendrá lugar el próximo 18 de mayo a las 20:30 horas, junto a la Casita Blanca del Pinarillo
Bien, pues, cien años después, la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, continuadora de la obra de la Universidad Popular Segoviana y custodia de su memoria, quiere evocar aquel sencillo homenaje de los poetas con un acto que ha preparado para el próximo 18 de mayo, jueves, a las 20:30 horas, delante de la Casita Blanca del Pinarillo (antiguo Chalet), el mismo lugar donde se rindió homenaje a Machado. En él, intervendrán los poetas y escritores segovianos Carmen Truchado, David Hernández Sevillano, Ignacio Sanz, Cristina Guerra, Luis Llorente, Maribel Gilsanz y Amando Carabias, que ofrecerán un texto suyo dedicado al maestro o un testimonio personal sobre la influencia que Machado ha tenido en su obra. Para concluir, se recitarán los versos de En tren. Flor de verbasco.

«La reunión de 1923 se produjo como reconocimiento y gratitud al maestro y su trayectoria poética. Pero es interesante recordar que fueron los poetas jóvenes quienes propusieron el homenaje. Independientemente de que algunos de ellos ya estuvieran caminando por tendencias estéticas próximas al vanguardismo, superadoras del Modernismo, desearon y necesitaron dialogar con el veterano Machado y expresarle su admiración», señala el académico Juan Antonio del Barrio.
La poesía, y la cultura en general, crecen con diálogos serenos entre personas de distintas disciplinas, tendencias, pensamientos y generaciones. Reconocer el valor de cada poeta y de cada idea es una señal de humildad y de bonhomía. Antonio Machado, que entonces estaba en plena elaboración de Nuevas Canciones y en ejercicio maduro de su actividad docente, escribió, en carta a Bacarisse el día siguiente del homenaje: «Nunca me he sentido ni más feliz ni más acompañado ni más hondamente satisfecho que entre ustedes».
La poesía, y la cultura, en general, crecen con diálogos serenos entre personas de distintas disciplinas, tendencias, pensamientos y generaciones
Consciente del valor de la poesía como lenguaje insobornable e instrumento de conocimiento, y de su capacidad de placer estético, la Academia de San Quirce pretende evocar con este acto poético la profunda cordialidad de los versos de Machado a la luz del atardecer segoviano, para celebrar que la poesía sigue siendo palabra verdadera, belleza y pensamiento auténticos.
Cómo llegar a la Casita Blanca
El acto está abierto a quien quiera asistir. A la Casita Blanca del Pinarillo, el antiguo merendero, se puede acceder desde el primer aparcamiento de los Maristas (calle de San Marcelino Champagnat), al que se llega desde la carretera de Ávila y los Altos de la Piedad o, caminando, desde el paseo de Ezequiel González y la calle del Camino de la Piedad. Otra alternativa es remontar la cuesta de tierra que sube desde la carretera de los Hoyos o las escarpadas laderas del Pinarillo. Afortunadamente, el lugar donde Machado y sus amigos compartieron mesa y mantel se conserva prácticamente igual que en 1923.