La Real Academia de Historia y Arte de San Quirce recibió la semana pasada la triste noticia del fallecimiento de dos personas muy queridas y vinculadas a la institución: los académicos José Montero Padilla, supernumerario, y Jesús María Palomares Ibáñez, correspondiente.
José Montero Padilla (1930-2023) ingresó en la Academia de San Quire, como Académico Numerario, el 23 de enero de 1969, con el discurso Segovia en la poesía española contemporánea. Desde el año 2006 ocupaba plaza de Supernumerario. Doctorado en Filología Románica en 1972 con la tesis La creación litetaria de Gregorio Martínez Sierra, fue catedrático de Lengua y Literatura españolas en institutos nacionales de Enseñanza Media (entre ellos, el Andrés Laguna, de Segovia) y director del departamento de Filología y su Didáctica de la Universidad Complutense de Madrid. Además de académico de San Quirce, fue profesor numerario de Historia del Teatro en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (donde creó las asignaturas Literatura y Cine y Literatura Madrileña), presidente de la Sociedad Cervantina y vicepresidente del Instituto de Estudios Madrileños.
Heredó de su padre, José Montero Alonso, y de su abuelo paterno, José Montero Iglesias, el oficio de escritor y periodista, y destacó en el campo de la crítica literaria y la crónica de asunto madrileño y segoviano. Montero Padilla deja una vasta obra litetaria, de la que descuellan los títulos Antonio Machado en su geografía, publicado por la Real Academia de San Quirce en 1995; Literatura y vida en Madrid: de Tomás Luceño a Enrique Jardiel Poncela (1860-1999); Adiós literatura, adiós (1953-2012); Del amor y sus catástrofes: algunas historias verdaderas; Luis Astrana Marín, fundador de la Sociedad Cervantina. Los trabajos y los días de un cervantista solitario, con su hijo José Montero Reguera, o el Diccionario de Historia de Madrid, en colaboración con José Montero Alonso y Francisco Azorín García.
En abril de 2000 coordinó el congreso internacional ‘Antonio Machado, vida y obra’, organizado por la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce (Actas, 2002)
Entre las obras dedicadas a Segovia, destacan Guía literaria de Segovia (1968); Miscelánea segovianista (1971), con prólogo de Juan de Contreras, marqués de Lozoya; El secreto de La Granja (1974), Antonio Machado en su Casa-Museo de Segovia (1979) o La Granja de San Ildefonso (1998). También publicó numerosos artículos en la revista Estudios Segovianos, como «El poeta José Rodao. Entre Noventa y Ocho y Modernismo», «Jerónimo de Alcalá y la novela picaresca», «Espronceda en Cuéllar», «Segovia de escritores»… Editó asimismo la obra de poetas y escritores segovianos. José Rodao. Antología de sus versos, precedida por una semblanza literaria (1966), Vicente Fernández Berzal. Antología (1974) y Luis Martín Marcos. Crónicas y otros escritos en prosa son algunos ejemplos.
Montero recibió la Encomienda de Alfonso X el Sabio y la Medalla de Plata de la Universidad Complutense de Madrid, y ganó los premios Castillo de Chirel, de la Real Academia Española de la Lengua (en dos ocasiones), Juan Valera y Ciudad de Alcalá.
Maestro de historiadores
Jesús María Palomares Ibáñez (1931-2023), Académico Correspondiente de San Quirce y de la Historia, era catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad de Valladolid (UVA), institución a la que estuvo vinculado desde los comienzos de su carrera docente. Fraile dominico, en 1959 se licenció en Teología por la Facultad de San Esteban de Salamanca, donde conoció a Vicente Beltrán de Heredia, historiador que le inculcó el amor por la Historia. La licenciatura en Historia la obtendría por aquel entonces haciendo los dos cursos comunes en la Universidad de Valladolid. En 1969, concluyó los estudios de Filosofía y Letras y se doctoró con una tesis dedicada al vallisoletano convento de San Pablo.
Palomares dirigió el gabinete del secretario de Estado de Universidades bajo el primer gobierno de José María Aznar (1996-1997)
En 1976, obtuvo por oposición la plaza de profesor agregado en la Universidad de Santiago de Compostela, donde años después lograría la Cátedra y ejercería como decano de la Facultad de Geografía e Historia. Regresó a la Universidad de Valladolid en 1982. En ella dirigió el departamento de Historia Moderna, Contemporánea y de América y desempeñó el cargo de secetario general. El nombramiento de Fernando Tejerina, que había sido rector de la UVA, como secretario de Estado de Universidades bajo el primer gobierno de Aznar posibilitó a Palomares la oportunidad de dirigir su gabinete durante algo más de un año.
Maestro de historiadores, sus investigaciones historiográficas han girado en torno al pasado más reciente de Valladolid y los movimientos sociales (obreros, estudiantiles y sindicalismo confesional), la beneficencia y la asistencia social, la Guerra Civil y el franquismo y la historia institucional y eclesiástica. Entre sus obras destacan La Segunda República en Valladolid, La Guerra Civil en la ciudad de Valladolid: entusiasmo y represión en la capital del Alzamiento, El primer franquismo en Valladolid, Rasgos nacionalcatólicos: la revista Reinaré en España (1934-1970) y Fiestas, conmemoraciones, manifestaciones. Valladolid 1931-1959.
La corporación académica de San Quirce expresa su más profundo pesar por la muerte de ambos compañeros y traslada todo su cariño, afecto y consuelo a familiares y amigos.
José Montero Padilla (izquierda) y Jesús María Palomares Ibáñez.
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