Un San Quirce rebosante de segovianía

Una tarde para recordar. Nuevo Mester de Juglaría, la Escolanía de Segovia y la Coral Ágora fundieron sus voces y dibujaron un Día de San Quirce gozoso y rebosante de segovianía en el que la música fue la verdadera protagonista. La Real Academia de San Quirce nombró Académicos Honorarios a los integrantes del Mester y a la directora de la Escolanía de Segovia y de la Coral Ágora, María Luisa Martín, y ellos agradecieron el gesto compartiendo, con generosidad, algunas piezas de sus respectivos repertorios que el público aplaudió con entusiasmo.

El de San Quirce (16 de junio) es un día de fiesta que los académicos aprovechan para agradecer y reconocer a aquellas personas e instituciones que colaboran con sus fines y entregar, si ha lugar, los títulos de Académicos Honorarios que la institución haya decidido otorgar. Nuevo Mester de Juglaría y Marisa Martín han desarrollado unas trayectorias lo suficientemente fecundas y brillantes como para recibir la distinción que la Real Academia de San Quirce propone para quienes trabajan en favor de los fines que persigue la propia institución.

El acto empezó y concluyó con emotividad. El director de la Academia, Pablo Zamarrón, ejerció de maestro de ceremonias. Lo primero que hizo, después de dar la bienvenida y recordar cómo se las gastaba san Quirce con quienes no guardaban su fiesta, fue agradecer una vida de trabajo en favor de la institución a Rosario Merino, la guardesa de San Quirce, que durante cincuenta y tres años ha vivido en la casa aneja a la antigua iglesia que la Universidad Popular comprara en 1927 y se ha ocupado del mantenimiento y limpieza del Aula y otras dependencias del templo románico. Zamarrón le hizo entrega de un ramo de flores que Rosario recogió emocionada.

Rosario Merino recibe la felicitación de Pablo Zamarrón

No tardó en subir al ambón la directora de la Coral Ágora y de la Escolanía, María Luisa Martín. Sus chicos y chicas la observaban desde el coro. Lo dijo Zamarrón: «Marisa ha desarrollado un trabajo ímprobo durante años» en favor de la música polifónica. «Es una trabajadora nata, tenaz, exigente y comprometida con la música. De Ágora y de la Escolanía han salido muchas personas que han hecho carrera musical. Ella ha sembrado y cosechado, y de ello debemos alegrarnos todos, porque es prueba de que la divulgación y la difusión cultural funcionan».

«Nunca he pretendido funcionar como una fábrica de intérpetes, sino construir y formar, a través de la música, seres humanos»

María Luisa Martín, directora de la Coral Ágora y de la Escolanía de Segovia

En su discurso, Marisa Martín expresó su agradecimiento a la Real Academia de San Quirce por el honor que para ella supone un nombramiento que compartió con los miembros de la Coral Ágora y de la Escolanía de Segovia: «Ellos son los que hacen todo; yo me limito a canalizar su trabajo». La directora tuvo también palabras cariñosas para el Nuevo Mester de Juglaría. «Realmente, hemos llevado una trayectoria similar; vosotros habéis difundido la música folclórica, la cultura de los pueblos, como hacían los juglares, y nosotros hemos hecho lo mismo con la música polifónica, con un origen muy diferente, porque nació en los monasterios del siglo IX y recorrió palacios, teatros, cortes, principados… hasta llegar al pueblo. Hoy, la música coral está totalmente enraizada en la sociedad, en todos los países del mundo», dijo.

Martín subrayó la importancia que para ella tiene la educación musical, a la que ha dedicado toda su vida: «Segura y convencida, comencé un camino con total constancia, dedicación y entrega, compromiso, fidelidad al grupo, vitalidad y entusiasmo. Nunca he pretendido funcionar como una fábrica de intérpetes, sino construir y formar, a través de la música, seres humanos, transmitiendo los valores individuales y de grupo que aporta el canto coral». Y concluyó: «La música tiene el poder de cambiar a las personas, de cambiar el mundo, es como un apostolado». Tres interpretaciones de la Coral Ágora y de la Escolanía de Segovia, dirigidas por la propia Marisa Martín, pusieron el broche a la intervención.

Fernando Ortiz, por su parte, habló en nombre de sus compañeros de Nuevo Mester de Juglaría: Rafael San Frutos, Francisco Bermejo, Llanos Monreal y Luis Martín, presentes en el ábside de San Quirce, aunque Pablo Zamarrón no olvidó citar a Javier Castro y Milagros Olmos, que en su día formaron parte del grupo, ni a los músicos acompañantes Jesús Martín, Álvaro Mendía, Rodrigo Muñoz y Eugenio Uñón y en ocasiones Cristina Ortiz, Carla Muñoz, Carlos Alonso y Fernando Ortiz Monreal. «Que un grupo se mantenga dignamente cincuenta y tres años es ya un mérito extraordinario y de mucho valor, y esta Academia quiere reconocerlo», subrayó el director de San Quirce.

«No ha habido concierto ni comparecencia pública en que no se haya mencionado, en algún momento, el origen del grupo, elemento irrenunciable y que forma parte de nuestro ADN colectivo: ser segoviano, que es un hermoso modo de ser universal, como lo es la ciudad en la que nacimos»

Fernando Ortiz, Nuevo Mester de Juglaría

«Es cierto que siempre hemos llevado a Segovia por delante en nuestras actuaciones. El Mester presume de ser un grupo segoviano. Y no ha habido concierto ni comparecencia pública en que no se haya mencionado, en algún momento, el origen del grupo, elemento irrenunciable y que forma parte de nuestro ADN colectivo: ser segoviano, que es un hermoso modo de ser universal, como lo es la ciudad en la que nacimos. Y que una institución como la Academia, que tiene a Segovia como el objetivo de todos sus esfuerzos, haya querido acogernos bajo su techo es un honor de los más grandes que se nos haya podido hacer a lo largo de nuestro más de medio siglo de existencia. Por ello, queremos dar las gracias a esta noble institución y a todos y cada uno de sus miembros, desde lo más profundo de nuestro sentir», dijo Fernando Ortiz, que expresó la satisfacción que el grupo tiene de compartir el nombramiento con Marisa Martín, «una de las figuras más señeras de la música segoviana».

«Creo que san Quirce puede estar satisfecho de cómo hemos celebrado su fiesta»

Pablo Zamarrón, director de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce

El Mester interpretó en el ábside de San Quirce varias piezas de su repertorio, algunas al unísono con los cantores de Ágora y la Escolanía, lo que contribuyó a crear una atmósfera muy especial que el público que llenaba la sala aplaudió prolongadamente. Y como los espectadores se quedaron con ganas de más y pidieron otra, el Mester remató cantando La chica segoviana, lo que acabó por levantar al respetable de sus asientos.

Una tarde para recordar. Lo dijo Zamarrón al final, después de agradecer la colaboración del Área de Cultura de la Diputación de Segovia: «Creo que san Quirce puede estar satisfecho de cómo hemos celebrado su fiesta».