Los descendientes directos del arquitecto segoviano Francisco Javier Cabello Dodero (1888-1953) han hecho entrega a la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce del archivo fotográfico que ha llegado hasta ellos, con el objetivo de que esta institución sea la propietaria del material y administre la utilidad de su contenido, poniéndolo a disposición de quienes puedan utilizarlo para el estudio y la publicación de las imágenes que lo integran.
La formalización de la cesión ha tenido lugar este miércoles, 27 de septiembre, en la sede de la Academia, la antigua iglesia de San Quirce que Cabello Dodero restauró en su día para que pudiera acoger las dependencias de la Universidad Popular Segoviana, institución precursora de la actual Academia, que él dirigió entre 1920 y 1937.
El encargado de depositarlo, en nombre de la familia, ha sido Joaquín Lois Cabello, nieto del arquitecto, que ha destacado lo «adecuado» del lugar elegido para su protección y conservación, teniendo en cuenta la vinculación de su abuelo con la Universidad Popular y la iglesia de San Quirce.
«Esta cesión es especialmente emotiva por cuanto representó Cabello Dodero para esta institución»
Pablo Zamarrón, director de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce
«El archivo que la familia entrega está relacionado con el trabajo de arquitecto que mi abuelo desempeñó. Son cerca de doscientas fotografías, cien de ellas en cristal, de iglesias, edificios y detalles arquitectónicos, todos de Segovia y provincia. Parte del material fue utilizado en las proyecciones que la propia Universidad Popular realizaba en sus conferencias de divulgación. Consideramos que estas fotografías deben estar en la Academia y a disposición de quienes puedan utilizarlas para su estudio y publicación, siempre y cuando hagan constar su autoría», ha dicho Lois Cabello.

El director de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, Pablo Zamarrón, y el exdirector de la institución Rafael Cantalejo han recibido el material. Ambos han agradecido «profundamente» a los descendientes el gesto de confiar a San Quirce la custodia del archivo. «Es especialmente emotivo, por todo lo que representó Cabello Dodero para esta institución», ha afirmado Zamarrón.
«Consideramos que estas fotografías deben estar en la Academia y a disposición de quienes puedan utilizarlas para su estudio y publicación»
Joaquín Lois Cabello, nieto de Cabello Dodero
Cabello Dodero ejerció durante años como arquitecto municipal de Segovia. Miembro activo de la Comisión Provincial de Monumentos, fue un defensor acérrimo del patrimonio histórico y artístico de la ciudad y la provincia, además de autor de varias y relevantes publicaciones sobre la arquitectura histórica de Segovia. Formó parte del grupo de intelectuales comprometidos con la educación de las clases populares que puso en marcha la Universidad Popular Segoviana, de la que fue uno de sus más entusiastas impulsores. De hecho, a él se deben la restauración y adaptación de la antigua iglesia de San Quirce como sede de la Universidad Popular y de su biblioteca. Como arquitecto, al margen de las innumerables restauraciones que dirigió, Cabello Dodero dejó dos de los edificios más característicos y emblemáticos de la ciudad, el teatro Juan Bravo y la Casa Larios, ambos ubicados en la Plaza Mayor.
Arquitecto humanista y hombre afable
Joaquín Lois no conoció a su abuelo. Cuando él nació, Cabello Dodero había muerto. «Todo lo que sé de él es por mi madre y por la lectura de sus publicaciones. Al margen de los grandes edificios que diseñó, hizo mucho trabajo de restauración, y como yo me dedico a la restauración, aunque en otro ámbito [Joaquín es constructor y restaurador de órganos, además de académico correspondiente de San Quirce], leo mucho sus escritos sobre trabajos que realizó, siempre con criterios correctos y muy actuales. Le leo y aprendo de él, porque tenía una clara vocación pedagógica. Sus guías sobre Segovia o La Granja son muy sencillas, muy divulgativas, encaminadas a dar a conocer a los segovianos su propio patrimonio», apunta.
«Era un arquitecto con la sensibilidad suficiente como para adentrarse en el mundo del arte y la restauración con la pasión y el cariño que demostró»
Joaquín Lois Cabello, nieto de Cabello Dodero
En cuanto a la personalidad y el carácter de Cabello Dodero, su nieto se hace eco del testimonio familiar: «Era un hombre tranquilo, afable y discreto, muy trabajador y entusiasta del arte; un arquitecto con la sensibilidad suficiente como para adentrarse en el mundo del arte y la restauración con la pasión y el cariño que demostró, porque entonces eran pocos los medios y muchas las dificultades», añade Lois Cabello.
En este enlace https://estudiossegovianos.es/?page_id=288, se puede leer un artículo sobre la iglesia de San Quirce que Cabello Dodero publicó en 1936, en el tomo II de la revista Universidad y Tierra (páginas 41-53).