Fue una tarde feliz. La Casa-Museo de Antonio Machado recibió a decenas de personas, jóvenes y no tan jóvenes, deseosas de recitar unos versos del poeta fallecido en Colliure hace justo ochenta y cinco años. La del 22 de febrero volvió a ser una tarde que Segovia dedicó enteramente a su querido don Antonio, esta vez con una fuerza y una entrega tremendas: a las cinco, hora prevista para el comienzo del homenaje popular organizado por la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce en colaboración con Turismo de Segovia, no cabía un alfiler en el patio delantero de la antigua pensión de la calle Desamparados donde Machado viviera entre 1919 y 1932.
Como siempre, alumnos de varios colegios e institutos de la capital acudieron a la cita. Y muchos de ellos participaron en el homenaje recitando versos. Algunos pusieron el máximo interés, pues Machado y su poesía son carne de EBAU. Lucía González Cuéllar, alumna de 2º curso de Bachillerato del colegio Claret, interpretó un poema bailando un palo flamenco (en la foto superior). Lo hizo con arte y desparpajo. El mismo centro educativo envió a la coral La Breve, grupo formado por profesores, que pusieron música al poeta.
El acto también volvió a contar con integrantes del grupo Nómadas del Verso, algunos poetas segovianos y representantes políticos de la ciudad, entre ellos el propio alcalde de Segovia, José Mazarías, la jefa de la oposición, Clara Martín, y numerosos concejales. Impresionó un año más el profesor Juan Hedo, que recitó la elegía a Federico García Lorca, El crimen fue en Granada. El académico numerario de San Quirce, Juancho del Barrio, condujo el acto, que empezó con la ofrenda floral que el alcalde de Segovia y el director de la Academia, Pablo Zamarrón, hicieron delante del busto de Machado situado en el mismo jardín.
La lluvia respetó la mayor parte del homenaje, pero hizo acto de presencia casi al final. Aun así, pudieron más la entrega y el entusiasmo de una ciudad que ha hecho suyo a uno de los poetas más universales.