«La tumba de Machado es un lugar de memoria que rescata y construye memorias»

Verónica Sierra Blas, doctora de la Universidad de Alcalá, fue la encargada de pronunciar la lección inaugural del curso 2024-2025, que dedicó al archivo machadiano de Colliure, integrado por todos los mensajes de cariño, afecto y admiración que se han ido depositando, a lo largo del tiempo, sobre la tumba del poeta Antonio Machado en el cementerio municipal de Colliure (Francia). Palabras en el tiempo es el nombre de este peculiar archivo que los devotos del poeta han ido conformando y que hoy es todo un ejemplo de «memoria de lo pasado en lo presente y memoria del presente en el presente, archivo vivo que cada año, cada mes, cada semana y hasta casi cada día, evoluciona, se amplía y enriquece, multiplicando sus significados y su valor».

Verónica Sierra se dirige al público / ENRIQUE DEL BARRIO

La doctora recordó el origen espontáneo de este archivo integrado por miles de documentos que reflejan una «enorme diversidad tipológica, material, lingüística, autoral y funcional» y ponen de manifiesto su carácter «distinto, único y excepcional, que se sale de la concepción tradicional de lo que es un archivo». Entre los autores de los mensajes a Machado hay hombres y mujeres, ancianos, jóvenes o niños, estudiantes y profesores, literatos y artistas, lectores y admiradores, turistas curiosos, expertos y neófitos en la obra machadiana, caminantes de la memoria, descendientes del exilio… «Muchos escriben solos, otros lo hacen en grupo, hay quienes tienen voluntad de acudir al cementerio y escribir, y quienes llegan por casualidad y escriben porque ven que otros lo hacen y los imitan». Frente a aquellos documentos escritos apresuradamente y con mala letra o regular, a lápiz o bolígrafo, o incluso con un pintalabios, «hay otros impresos o fotocopiados, confeccionados artesanalmente con mimo, encuadernados o cosidos, escritos cuidadosamente a ordenador o a máquina, o en el caso de los manuscritos, empleando plumas, lápices y rotuladores», señaló la doctora.

Otro momento de la exposición de Verónica Sierra / ENRIQUE DEL BARRIO

La tumba de Machado en Colliure simboliza el reconocimiento a uno de los más grandes escritores de la literatura universal. «Es una tumba que se crea para evitar la repatriación a España de los restos del ‘poeta del pueblo’ y la instrumentalización que de él quiso hacer la dictadura. Una tumba ante la que se rinde homenaje al ‘poeta del exilio’ y a los exiliados republicanos y, por extensión, a todas las víctimas del franquismo. Una tumba, en fin, que es un ‘lugar de memoria’ y que rescata y construye memorias, pero, sobre todo y, ante todo, una tumba que nos enseña y nos recuerda cuáles son los valores sobre los que se sustenta la democracia y cómo esta es un bien común que nos necesita a todos y a todas y que todos y todas tenemos la obligación de nutrir, de defender, de proteger y de legar a las generaciones venideras».

En una emocionante ponencia, Sierra Blas trazó asimismo un interesante recorrido por los últimos días de la vida de Antonio Machado, especialmente en Colliure, y evocó los homenajes de 1945 y 1959 en el mismo cementerio, determinantes en la construcción de la figura del poeta como símbolo del exilio y de su tumba en Colliure como lugar de memoria.

La nueva académica correspondiente recoge su diploma de manos del director / ENRIQUE DEL BARRIO

Antes de la conferencia, Verónica Sierra Blas (Guadalajara, 1978) recogió de manos del director de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, Pablo Zamarrón, el diploma que la acredita como académica correspondiente de la institución. Doctora en Historia y profesora de Historia de la Escritura y de la Lectura en la Universidad de Alcalá, donde coordina el Seminario Interdisciplinar de Estudios sobre Cultura Escrita (SIECE), la Red de Archivos e Investigadores de la Escritura Popular (RedAIEP) y la revista internacional Cultura Escrita & Sociedad, Sierra Blas es autora de Aprender a escribir cartas. Los manuales epistolares en la Época Contemporánea (1927-1945), así como de diversas contribuciones sobre la escritura personal y popular contemporáneas. «Quisiera expresar mi agradecimiento a todos los compañeros y compañeras de San Quirce por concederme el honor de formar parte de esta Academia y poder tomar hoy la palabra. Estoy, de verdad, muy emocionada».