Exposición de fotografías del belga Robert Gillon: cuando San Quirce era un pajar

El Museo Rodera-Robles de Segovia, que dirige Rafael Cantalejo, académico de número de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, acoge hasta el mes de junio una exposición de fotografías que el belga Robert Gillon realizó en Segovia entre 1909 y 1963. En ellas pueden verse calles, plazas y rincones de la ciudad, algunos de ellos desaparecidos o profundamente transformados.

A nosotros nos llama especialmente la atención una fotografía de 1924 que muestra el estado de los ábsides de San Quirce antes de la adquisición de la antigua iglesia por parte de la Universidad Popular Segoviana (UPS), cuando era utilizada como almacén de paja.

Lo describe Francisco Javier Cabello Dodero —el arquitecto que entre 1927 y 1928 restauró el edificio para transformarlo en sede de la UPS— en el estudio sobre San Quirce que publicó en el número 5 de la revista Universidad y Tierra (1936). Desvela Cabello que fue preciso reconstruir la ventana del ábside de la nave de la iglesia con piezas sobrantes de la restauración de la torre de San Esteban, pues había sido profanada «para abrir en su lugar una puerta carretera que diera paso a la paja que en la extinguida parroquia de San Quirce se almacenaba». En la fotografía de Gillon se ve perfectamente la puerta carretera bajo la ventana mutilada. El arquitecto, a la sazón director de la UPS, reconstruyó los fustes, las basas y al alféizar con piezas procedentes de la cercana San Esteban.

Iglesia de San Quirce, 12 de septiembre de 1924 / ROBERT GILLON

Es una de las muchas curiosidades que el visitante puede encontrar en la exposición del Museo Rodera-Robles, integrada por una magnífica selección de fotografías de Gillon propiedad de los coleccionistas segovianos Pedro Peñas Álvarez, Juan Francisco Sáez Pajares y Juan Pedro Velasco Sayago.

Robert Paul Raymond Gillon Crookeert nació en Kortrijk (Bélgica) el 12 de diciembre de 1884. Estudió Derecho y empezó a viajar a España en 1909, cuando realizaba su doctorado. Como era un gran aficionado a la fotografía, siempre tomó instantáneas de las ciudades que visitó, entre ellas Sevilla, Granada y Segovia. A esta regresó al menos en veintitrés ocasiones más a lo largo de su vida. La fotografía de San Quirce corresponde al viaje que hizo en septiembre de 1924 (está fechada el día 12 de ese mes). Gillon, que llegó a entablar amistad con miembros de la Academia de San Quirce como el Marqués de Lozoya, Mariano Quintanilla o Jesús Unturbe, murió en 1972 después de haber recibido, cuatro años atrás, la Medalla de Plata de Segovia.

En su memoria y honor, el 31 de mayo de 1976, la Academia colocó en la ermita de Zamarramala —lugar desde donde se contempla una extraordinaria panorámica de Segovia— una lápida en la que puede leerse una frase suya: «No conozco a nadie que, habiéndose acercado a este lugar, no haya sido conquistado por esta vista sorprendente».