La Casa-Museo de Antonio Machado recibió a decenas de personas, jóvenes y no tan jóvenes, deseosas de rendir tributo al poeta fallecido en Colliure hace ochenta y seis años. Como bien dijo el académico coordinador del acto, Juancho del Barrio, el homenaje popular que cada 22 de febrero tiene lugar en el patio delantero de la antigua pensión de la calle Desamparados, donde Machado viviera entre 1919 y 1932, «se organiza solo», pues son innumerables las solicitudes para participar en él recitando o interpretando los versos del poeta.
La devoción que Segovia siente por Antonio Machado es muy grande y está profundamente arraigada en la ciudadanía. Como siempre, alumnos de varios colegios e institutos de la capital acudieron a la cita. Y muchos de ellos participaron en el acto popular recitando versos o expresando sentimientos. Machado siempre es carne de EBAU. Y este año más todavía, pues en julio se cumple el 150º aniversario de su nacimiento.














El acto volvió a contar algunos poetas segovianos y representantes políticos de la ciudad, entre ellos el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Juan Carlos Monroy, que compartió la ofrenda floral delante del busto de Machado situado en el mismo jardín con el director de la Academia, Pablo Zamarrón. Impresionó un año más el profesor Juan Hedo, profesor emérito de Literatura, que recitó el poema Caminos con la misma pasión de siempre y sin papel alguno.
El concejal de Cultura recordó el influjo que las ciudades donde habitó ejercieron en Machado, entre ellas Segovia. «Ninguna de ellas son lo mismo tras leer la poesía de Machado», dijo. Por su parte, Zamarrón agradeció la nutrida asistencia de fieles devotos del poeta en un día «tan especial» para la Academia: «Los académicos de hoy estamos muy orgullosos de nuestros antepasados, los señores miembros de la Universidad Popular Segoviana, que tuvieron la sensibilidad de adquirir este inmueble donde el poeta vivió».
Otra tarde para el recuerdo y la memoria de la Casa-Museo de Antonio Machado.