En un acto de profunda emoción y significado cultural, Carlos Muñoz de Pablos (Segovia, 1938) hizo entrega este miércoles, 26 de junio, al Museo de Segovia de dos retratos del folclorista segoviano Agapito Marazuela (1891-1983) que realizó siendo aún muy joven, entre 1959 y 1960. Las obras, un óleo de cuerpo entero y un boceto en sepia y sanguina sobre cartón natural, de medio cuerpo, pasan a formar parte del patrimonio del Museo gracias a la generosidad del pintor y vitralista, que rinde así homenaje a una de las figuras más emblemáticas de la cultura tradicional castellana.
«Me impresionaba su cabeza, la parte expresiva, anímica. Sus manos, como agarrotadas, fluían con una dulzura extraordinaria cuando tomaban la guitarra». De esta manera recordó Muñoz de Pablos los encuentros que mantuvo con el maestro –para realizar los dibujos preparatorios– en la Venta del Arco, carretera de Arévalo, donde Agapito vivía rodeado de una austeridad de ermitaño. «En los descansos cogía la guitarra y sonaban las notas de las famosas ‘Granaínas’, y aquello era como un regalo del cielo, del cielo de él y del cielo mío».

El pintor, acompañado de familiares, amigos y compañeros, destacó la capacidad de Marazuela para unir a músicos y folcloristas, incluso a generaciones distintas, después de su muerte, de la que han transcurrido cuarenta y dos largos años. «Que Agapito tenga aún la capacidad de aglutinarnos, de juntarnos, me parece hermosísimo», dijo. Sobre la obra donada, Muñoz de Pablos subrayó la importancia de los bocetos, «a veces más importantes que la obra definitiva, porque son secuenciales, como elementos de un estudio anatómico».
El acto, que contó con la presencia de las autoridades locales, concluyó con un momento de gran simbolismo: dos danzantes bailaron la ‘Entradilla’ de Agapito Marazuela en presencia de Muñoz de Pablos y su obra. Después, espontáneamente, se interpretaron piezas del ‘Cancionero’ de Marazuela, melodías que el maestro rescató y preservó y que resonaron en el Museo como tributo vivo a su legado.
Tanto Agapito Marazuela como Carlos Muñoz de Pablos forman parte de la historia de la Real Academia de San Quirce como académicos de Mérito.