Nancy Barnes, viuda de José Miguel Merino de Cáceres, cerró, emocionada, la sesión necrológica que la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce dedicó al recordado arquitecto. «Guardo recuerdos inolvidables de Segovia. Aprendí mucho a su lado, porque yo no sabía mirar los monumentos y él me transmitió toda su sabiduría para saber hacerlo. José Miguel me enseñó a mirar, a contemplar el patrimonio. Me abrió los ojos para ver lo bueno y también lo malo», dijo Barnes, que fue recibida en San Quirce por el director de la Academia, Pablo Zamarrón, momento que recoge la imagen. Y contó una divertida anécdota: «Al poco de empezar a salir con él, durante una estancia en Segovia, le pregunté cuánto tiempo llevaba asentada su familia en la ciudad. Me respondió que desde el siglo XIII y, claro, siendo norteamericana, nacida en un país donde todo es relativamente reciente, me quedé muy sorprendida».
