La Real Academia de Historia y Arte de San Quirce se prepara para afrontar un nuevo curso cargado de actividades y proyectos ambiciosos. En esta entrevista, su director, Pablo Zamarrón Yuste, comparte los planes para el año académico y los retos de una institución señera que combina tradición y modernidad y mantiene un profundo compromiso con la cultura segoviana.
-¿Cómo se presenta el nuevo curso para la Real Academia de San Quirce?
-Con mucha actividad, prácticamente como una continuidad del trabajo anterior. No se ha parado, ni siquiera tras el Curso de Pintores. Recientemente, hemos asistido a la conferencia de Pedro Álvarez de Miranda, académico de la Lengua, a la presentación del libro Reflejos y fulgores, homenaje a Jean Duroux, y al ciclo Lecciones de Arte. El curso 2025-2026 empezará este viernes con la lección inaugural de Lucía Velasco Herrero, última académica correspondiente en ingresar en la institución. Estamos con muchas ganas y albergamos buenas expectativas.
-¿Qué proyectos tienen para este curso?
-Estamos preparando un ciclo de cuatro conferencias sobre la Escuela de Salamanca, que tendrán lugar los viernes de noviembre. Lo presentaremos en breve. Y el Aula seguirá con su pulso habitual, acogiendo tanto las actividades que la Academia organiza como las que no. Ya casi en primavera habrá un nuevo Curso de Historia, y en mayo y junio disfrutaremos de otra edición del Aula Andrés Laguna. Próximamente, presentaremos el libro Antonio Linage Revilla. Escritos y el número 124 de Estudios Segovianos.

-Al margen de la oferta cultural del curso, uno de los proyectos más ambiciosos es la rehabilitación de la Casa de Antonio Machado. ¿En qué punto se encuentra?
-La Casa de Machado, ya declarada Bien de Interés Cultural, es una prioridad. Estamos preparando un proyecto ambicioso que incluye la reforma del inmueble. Es preciso afianzar su estructura y rehabilitar el espacio de la vivienda vacía de la planta superior. El objetivo es convertirla en un centro de cultura, de estudios, pensamiento, poesía y literatura, para que albergue la biblioteca machadiana y actividades como congresos, exposiciones y presentaciones de libros. La arquitecta María Reynolds ya ha actualizado el proyecto de restauración que realizó nuestro querido José Miguel Merino de Cáceres. La reforma supera hoy los 600.000 euros, casi el doble de lo presupuestado hace unos años, pero tenemos intención de solicitar ayuda a la Junta de Castilla y León y acogernos al 2% Cultural del Ministerio.
-¿Quiénes están involucrados en este proyecto?
-La Academia aprobó un reglamento, largamente perseguido, y formó un comité integrado por los académicos conservador de la Casa Museo, tesorera, bibliotecaria y director, para supervisar las inversiones y la gestión. Además, disponemos de un consejo asesor de actividades culturales que cuenta con apoyos externos muy relevantes, como el del director del Instituto Cervantes. Es un proyecto verdaderamente ilusionante.
-¿Qué otros retos afronta la Academia en su sede?
-En la sede de San Quirce también son muchas las necesidades. Vamos a trasladar la biblioteca de la planta baja a la casa de los antiguos guardeses, a fin de liberar un espacio en el que hay que cambiar el suelo de madera, que está en muy malas condiciones, y las tuberías de plomo, así como reformar el aseo. El arranque de la escalera de la torre presenta serios problemas de humedad que requieren un diagnóstico técnico, y la cubierta de la nave necesita un retejo. Además, desde hace tiempo, estamos evaluando cambiar el sistema de calefacción por uno más eficiente. Estas reformas requieren apoyo económico porque la Academia no puede asumirlas sola.
«Estamos preparando un proyecto ambicioso que incluye la reforma de la Casa Museo de Antonio Machado. El objetivo es convertirla en un centro de cultura, de estudios, pensamiento, poesía y literatura, para que albergue la biblioteca machadiana y actividades como congresos, exposiciones y presentaciones de libros»
-Lleva casi tres años como director, ¿qué balance hace?
-Ha sido una gran responsabilidad que afronté, al principio, con cierto miedo, pero estoy contento. Es un trabajo intenso, de mucha representación y gestión, que asumo con compromiso y dedicación. En diciembre renovaremos cargos. Independientemente de quien sea el director, lo que nos gustaría es contar con más recursos para abordar los retos del Aula. Confío en que proyectos como el de la Casa de Machado avancen.
-¿Qué le diría al público que habitualmente acude al Aula?
-Seguimos con el espíritu de la Universidad Popular, fieles a nuestra herencia, pero con ideas renovadas y abiertos a nuevas propuestas. Queremos que San Quirce siga siendo un referente cultural, un espacio vivo para todos. Agradecemos el apoyo del Ayuntamiento de Segovia y de la Diputación Provincial, fundamental para el funcionamiento y el sostenimiento de la institución, así como el de la Fundación Siglo, que patrocina parte del Curso de Pintores. Tampoco me olvido de nuestros colaboradores. Esperamos que todos respalden aún más nuestros proyectos para seguir creciendo.
