La doctora en Ciencias Físicas, máster en Meteorología y Geofísica y jefa del Departamento Meteorológico de eltiempo.es, Mar Gómez, protagonizó el 26 de mayo la cuarta ponencia del Aula Andrés Laguna, Ciencia, Medicina y Humanismo, organizada por la Real Academia de San Quirce bajo el auspicio de la Fundación Lilly. La conferencia, titulada ¿Cómo nos afecta el tiempo?, atrajo a un numeroso público que llenó la sala para escuchar las reflexiones de esta reconocida científica, habitual colaboradora en medios de comunicación nacionales e internacionales.
«El tiempo lo determina absolutamente todo: desde cuándo salimos a pasear hasta cómo nos vestimos, conducimos o qué comemos. Pero, sobre todo, influye notablemente en nuestra salud física y mental». Con esta premisa, la doctora se adentró en un recorrido histórico y científico sobre la relación entre los fenómenos meteorológicos y el bienestar humano, vínculo que ya intrigaba a filósofos como Hipócrates y Heródoto en la Antigua Grecia.

La ponente explicó cómo los cambios en la atmósfera, como la presión atmosférica, la temperatura, la humedad o el viento, afectan a nuestra salud. Introdujo, además, el concepto de meteorosensibilidad, término que describe a las personas que experimentan un agravamiento de patologías físicas o mentales ante variaciones climáticas. «Entre el 30 y el 60% de la población es meteorosensible. Yo misma me incluyo, y en mi libro Meteorosensibles comparto mi experiencia personal», afirmó Gómez, que invitó al público a levantar la mano si se sentía identificado.
Uno de los puntos centrales de la conferencia fue el impacto de la presión atmosférica. Gómez ilustró cómo las borrascas, asociadas a bajas presiones, pueden agravar dolencias como la artritis, la artrosis o las migrañas. «Cuando la presión disminuye, los tejidos del cuerpo se expanden, ejerciendo mayor presión interna y empeorando estas condiciones», explicó. También mencionó un experimento de 1654 que demostró el poder de la presión atmosférica, incapaz de ser contrarrestada por la fuerza de dieciséis caballos.
El viento fue otro protagonista de la charla. La conferenciante destacó el ‘efecto Föhn’, fenómeno meteorológico que genera vientos cálidos y secos al descender por las laderas de las montañas, afectando tanto el clima como la salud. «En regiones montañosas, como los Alpes o el Sistema Central, estos vientos, cargados de iones positivos, pueden provocar ansiedad, depresión e incluso aumentar las tasas de suicidio», señaló. Este fenómeno, conocido históricamente como los «vientos de la locura», altera la serotonina, un neurotransmisor clave en el estado anímico.

Mar Gómez habló, por otra parte, del «calor criminal» y relacionó las altas temperaturas con un aumento de la irritabilidad y, en casos extremos, de la violencia. Varios estudios, como uno realizado en Madrid en 2018, muestran que, por cada grado por encima de 34 °C, el riesgo de feminicidios aumenta un 28,8%. Sin embargo, aclaró que este efecto se da en personas con predisposición a la agresividad. En cuanto a la contaminación atmosférica, la experta desveló que nueve de cada diez personas respiran aire contaminado, lo que agrava enfermedades respiratorias, cardiovasculares y, sorprendentemente, afecta la salud mental, especialmente en niños, causando deterioro cognitivo. Por el contrario, destacó los beneficios del sol y la vitamina D, que mejora el estado anímico, aunque advirtió sobre los riesgos de la radiación ultravioleta y el mal llamado «bronceado saludable».
Finalmente, reflexionó sobre el cambio climático y su impacto en las personas meteorosensibles, especialmente en mujeres y personas mayores. Las olas de calor, la expansión de enfermedades zoonóticas por la deforestación y el deshielo, que libera gases de efecto invernadero y virus antiguos, fueron algunos de los desafíos mencionados. Sin embargo, la doctora cerró con un mensaje esperanzador: «Si tomamos medidas como la descarbonización y la reforestación, las próximas generaciones podrán respirar mejor».